El Lajial

El Lajial está en dirección oeste, a diez minutos navegando por el mar de las calmas desde el puerto de La Restinga, en una increíble colada de lava que se sumerge desde tierra firme y de sencillo acceso.

La característica principal de este punto de buceo son los lajiales, lavas basálticas que al enfriarse dan lugar a superficies onduladas o lisas, y en este caso concreto podemos admirar su lado sumergido. Éstos lajiales se pierden en las profundidades siendo imposible visitar su final en el fondo marino oceánico. Estas dos estructuras caen al fondo de forma paralela y crean una zona central donde se encuentra una zona de refugio para la vida mediana y pequeña. Visitaremos tanto la pared occidental como la oriental que crean dichas formaciones basálticas y saldremos al azul intentando avistar a los grandes animales en su paso a otros lugares.

Debido a la caída vertiginosa en esta parte de la plataforma la mayor parte de la vida está de paso, aunque su zona central más cercana a la costa te brinda la posibilidad de ver meros, abades, jureles, sargos y rayas entre otros. Cuando te adentras a la oscuridad del océano las posibilidades de ver mantas, barracudas, medregales o quien sabe, algo más grande, se multiplican exponencialmente debido a que el Hierro es zona de paso de pelágicos durante todo el año.

Las condiciones en el Lajial suelen ser idóneas para disfrutar del buceo. Visibilidad entre los 10 y los 30 metros y un acceso muy fácil desde la embarcación debido a su cercanía a la costa que le protege. Podemos encontrarnos con corrientes o mar de fondo en momentos muy ocasionales por lo que se puede disfrutar de esta inmersión durante prácticamente todo el año.

Todos los niveles de buceo son aceptados en este punto de inmersión, aunque los más avanzados tendrán la posibilidad de explorar las zonas profundas, donde se pierden los lajiales en su búsqueda del fondo marino. La profundidad máxima que alcanzamos es de 30 metros, ya que la vida y la luz comienzan a desaparecer.